Redes sociales y bienestar: Reflexionemos juntas/os

bienestarlabchile
21 oct
3 Min. de lectura

Vivimos conectadas/os más que nunca: Instagram, TikTok, WhatsApp, Facebook, etc. cada notificación, cada historia, cada “me gusta”. Las redes sociales tienen ventajas enormes: acercarnos, informarnos, expresarnos, encontrar comunidades. Pero también tienen otro lado, que muchas veces no vemos hasta que ya está pesando.

Aquí te compartimos lo que la evidencia reciente nos dice, junto a preguntas y consejos para usar mejor estas plataformas sin que afecten nuestra salud mental.

Lo que dice la investigación

Un estudio reciente con jóvenes (Gen Z) encontró que más de 80 % declara que las redes sociales afectan su salud mental de forma negativa. Las presiones de ser “perfectos”, verse bien todo el tiempo, los filtros, los cuerpos ideales… todo eso pesa mucho.

Compararse con otros/as es un factor recurrente en ansiedad, baja autoestima y sentimientos de insuficiencia. Ver las “mejores partes de la vida de los demás puede hacer que nuestras propias rutinas parezcan menos satisfactorias.
Uso excesivo o “problemático” de redes sociales se asocia con peor sueño, distracción, mayor estrés, fatiga mental y somnolencia durante el día. Cuando navegamos hasta tarde, o revisamos el celular justo antes de dormir, la luz azul, el contenido estimulante y la sobrecarga de información dificultan descansar bien.
También se ha observado que los jóvenes que sienten adicción digital (ansiedad si no están conectados, uso compulsivo, necesidad constante de ver lo que publican otros) tienen riesgos mayores de depresión y pensamientos negativos persistentes.
El contenido mal informado sobre salud mental (tips rápidos, remedios no verificables, trivialización de emociones fuertes) está presente en muchas redes. Esto puede confundir, generar falsas expectativas, hacer que las personas pospongan buscar ayuda profesional.

Reflexiones para ti

¿Cuánto te afecta lo que ves? A veces vemos imágenes o vidas muy idealizadas, y eso no refleja la realidad diaria. Si sientes que al comparar tu vida con la de otros te sientes menos, puede ser señal de que necesitas pausar o ajustar lo que consumes.
¿Qué tan consciente es tu uso de redes? ¿Lo usas como escape cuando estás aburrid@, ansios@, sol@ o lo usas para informarte, conectar, crear? Saber para qué lo usas ya da pistas de si te está ayudando o perjudicando.
¿Cuándo fue la última vez que dejaste el celular unas horas, o que apagaste notificaciones? Hacer pausas puede ayudar muchísimo, aunque parezcan pequeñas.

Tips para usar redes sin descuidar tu salud mental

Establece límites de tiempo: define cuánto tiempo dedicas al día, y horarios donde no entres (por ejemplo antes de dormir).
Ajuste del feed: sigue cuentas que te inspiran, educan, motivan; silencia o deja de seguir lo que te hace sentir mal, comparado, presionado/a.
Desactiva notificaciones innecesarias: muchas veces abrimos el celular solo porque suena; reducir eso ayuda a disminuir la ansiedad.
Haz “desintoxicaciones digitales”: unas horas, un fin de semana o un día en que evites las redes. Observa qué sucede contigo.
Conecta en la vida real: salir con amigas/os, hablar cara a cara, compartir actividades físicas, hobbies que te llenen. Eso fortalece mucho.
Revisa información veraz: no todo lo que se publica está respaldado científicamente. Si algo te preocupa, busca fuentes confiables o consulta a un profesional.
Si ya sientes que esto te está afectando, hablar con un terapeuta puede ayudar: a veces el manejo emocional, reconocer lo que sientes, identificar patrones de uso perjudiciales, todo eso con acompañamiento profesional marca la diferencia.

Un llamado a la reflexión

Las redes sociales no son malas en sí mismas, pero pueden afectarnos si las usamos sin conciencia o dejamos que definan demasiado cómo nos sentimos.

Usarlas con intención, cuidado y auto observación puede transformar nuestra experiencia digital en algo que nos nutra en lugar de desgastarnos.

Si al leer esto algo resuena contigo (una sensación de estrés constante, de compararte mucho, de dormir mal, de sentirte menos) es válido. No estás sola/o. Puede ser el momento de hacer cambios, de buscar apoyo, de reconectar contigo mism@